El emblemático edificio de Mar del Plata fue inaugurado en diciembre de 1969.
Los departamentos del monumental edificio Havanna fueron entregados a sus propietarios el 4 de diciembre de 1969, fecha que se toma como “cumpleaños” del emblemático edificio. En consecuencia, se celebra su medio siglo de vida.
Plagado de cifras asombrosas, sus 125 metros lo convirtieron durante algún tiempo en el segundo edificio más alto del país, cuando superó al Kavanagh y quedó detrás del Alas. En Mar del Plata su record de altura jamás fue superado.
Emblema de aquella Mar del Plata que asombraba con sus índices de construcción, el Demetrio Elíades fue levantado en poco más de tres años, a razón de un piso cada diez días. Para ello tuvieron que retirar unos 11.500 metros cúbicos de tierra del predio de Boulevard Marítimo y Olavarría donde se levantó el rascacielos, que oculta 63 toneladas de acero de alta resistencia.
Inseparable de la clásica postal marplatense es, al mismo tiempo, un monumento al hacedor que no llegó a ver su obra: Demetrio Elíades, aquel griego que en 1952 abrió una casa de dulces en Buenos Aires y Rivadavia y luego, asociado con Benjamín Cisterna y Luis Sbaraglini, creó otro signo identitario marplatense: los alfajores Havanna. Pocos años después formaba la constructora Delco para convertirse en uno de los popes del rubro en la ciudad.
En el arquitecto Juan Antonio Dompé cayó la responsabilidad de erigir el rascacielos, que en principio iba a llamarse “Torre Belvedere”, pero Demetrio Elíades murió antes de ver su obra terminada y decidieron ponerle su nombre a manera de homenaje. Bien sabemos que no todos –casi nadie, en realidad- lo llama así. El inmenso cartel rojo que brilla en su cúspide (quizás el luminoso más antiguo de Mar del Plata) se apoderó de su identidad para convertirlo desde hace casi medio siglo en “el Havanna”.
Foto: Pablo Funes @dronmardelplata